Para vecinos del barrio Carlos Meisel, en el suroccidente de Barranquilla, lo de Johana Lisbeth Montañez De la Cruz fue "crónica de una muerte anunciada".

Elvira Cano, vecina y testigo de la muerte de la mujer de 27 años, contó a Zona Cero que "hacía tres meses venía quemándose  esa guaya". 

"Venían y la empalmaban y se iban. Otra vez volvía y se incendiaba la guaya, y otra vez caía", contó Elvira, una líder del barrio.

"Se lo habíamos dicho, cambien la guaya porque hasta que no haya un muerto, ustedes no van a venir a arreglar eso", indicó.

Contrariada por la omisión de la empresa de energía, Elvira Cano señaló que era evidente "la maraña de Electricaribe, con materiales de baja calidad".

Pedro Jiménez, otro habitante del barrio, ratificó lo dicho por Elvira y dijo que él en varias ocasiones se le insistió a Electricaribe "sobre una guaya que está podrida pero ellos hicieron caso omiso, venían se subían, la remendaban y se iban".

En el barrio se reclama justicia: que la muerte de Johana "no quede impune".

Johana deja dos niños huérfanos, el mayor de 10 años y la menor de 3 que la acompañaba la noche de la tragedia.